05. ¿De qué color es tu empresa?… Conciencia, Alma, Filosofía y Organizaciones.
El ciberespacio comienza a albergar numerosos contenidos relacionados con el universo TEAL, todos ellos creados para compartir su peculiaridad y cualidades con personas y organizaciones que persiguen la Plenitud.
Entre otras iniciativas podemos encontrar el ‘Wiki Reinventar las Organizaciones’, un estupendo espacio colaborativo creado con el fin de facilitar la comprensión sobre los diferentes comportamientos y características de las organizaciones evolutivas; “Organizaciones con Alma”, es como las denominan.
Conciencia y Alma son dos de los asuntos recurrentes para quienes dedican su cuerpo a la filosofía. Uno de ellos, el notable, ‘Ken Wilber’, defendía que la conciencia no es algo estático sino, una dinámica espiral en continuo cambio dependiendo de las experiencias vividas…
En su “Teoría Integral de la Conciencia”, Wilber utilizó colores para identificar esos niveles de conciencia en el ser humano y Frederic Laloux -“Reinventar las Organizaciones”- se basó en estas ideas para elaborar una tabla que muestra y describe los tipos y etapas de la evolución en el ámbito de la gestión:
Si has dedicado un par de minutos a su lectura, habrás comprobado que todos estos paradigmas conviven actualmente en nuestra sociedad y, estaremos o no de acuerdo con su interpretación pero, por supuesto, rápidamente has identificado algunas empresas, instituciones, entidades y colectivos de tu entorno… ¿Sí?
Y aquí llega la cuestión que presta su título a este artículo:
¿De qué color es tu empresa?
Sencilla pregunta que también te llevará a una obligada mínima reflexión:
¿Y de qué color te gustaría que fuera tu empresa?
El ‘ren’ y el ‘ner’
2.500 años atrás, un hombre llamado ‘Kong’ procedente de una familia noble pero arruinada, alternaba su trabajo como carpintero, maestro y funcionario, desarrollando su pensamiento durante el período de los ‘Reinos Combatientes’, una época de continuas luchas de poderes que atemorizaban enormemente al pueblo y le sometían al más desafortunado ambiente de supervivencia.
Kong compartía sus inquietudes con discípulos que tomaban buena nota de sus distintas dudas y afirmaciones en torno a la ética social y humanista, elucubrando sobre un sistema centrado en los Seres Humanos y sus Relaciones.
Las “Analectas”, su escaso pero excelente legado escrito, reúne conversaciones cuya enseñanza tiene el epicentro en el ‘ren’: buenos sentimientos y acciones hacia otras personas y, virtud de la humanidad basada en valores como la benevolencia, la lealtad, el respeto y la reciprocidad; probablemente Kong y sus prosélitos abordaron y documentaron el primer ‘ner’, Nuevo Estilo de Relaciones (nuevo y atrevido para su época)
Al inconformista ‘Maestro Kong’ -que nada tiene que ver con el afamado primate King- le conoces como CONFUCIO; uno de los imprescindibles filósofos y pionero presocrático del pensamiento sobre la materia moral y la conciencia, pese a que las referencias y clasificaciones más eruditas de la Red no parecen reconocerlo entre los principales pensadores de la historia, que centran su discurso en el mundo occidental.
Habrás escuchado mil veces una de sus frases más célebres y acertadas:
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida»
Una afirmación que, sin duda, permanece vigente con el paso de los siglos y cuya versión actualizada y contemporánea bien podría ser:
“Elige una Organización con Propósito y alcanzarás tu Plenitud cada día…”
En uno de sus artículos publicados por la Vanguardia, Xavier Marcet describió que el Alma de las empresas tiene mucho que ver con un Propósito y con la cadena de compromisos que es capaz de suscitar… “Resulta esperanzador que mucha gente joven con talento, no quiera acercarse a las empresas sin Alma; que entiendan que invertir sus energías en organizaciones sin propósitos significativos, es enfocar mal su carrera profesional y su vida”, explicaba Marcet.
Y en el mismo escrito también lanzaba una llamada a que las nuevas startups trabajen para modificar el paisaje empresarial, ésas que “con alma fresca y natural sepan crecer mucho sin perder ese perfume profundo que impregnó sus Propósitos iniciales. Que el éxito no perturbe el Propósito. Que la tecnología no sepulte el alma…”
Puede parecer paradójico que, a la vista de las desafortunadas estadísticas que sitúan al Estado en la cola de la incorporación juvenil al empleo, Marcet destaque a la juventud que selecciona el tipo de empresa a la que incorporarse…
¿Impensable?
No lo entiendo descabellado: Muchas ‘buenas startups’, ‘empresas buenas’ y ‘la totalidad de las Organizaciones TEAL’ tienen sus puertas abiertas al talento enfocado, las ideas resolutivas y los proyectos en sí mismos sostenibles, lleguen de personas jóvenes o sénior, del ámbito local o glocal… Su reto será, por tanto, identificar y desarrollar bien sus capacidades y habilidades; analizar las necesidades reales del entorno sobre el que actuar; compartir las soluciones prácticas con las personas, startups, empresas, organizaciones que corresponda por interés específico y, muy importante: ser capaces de transmitir todo ello con ‘el Alma en la Excel y viceversa’…