08. PIONEROS: Paradigma de Transformación Social y Oportunidades
A finales de los 80, tuve la suerte de conocer a un madrileño recién establecido en Logroño que cada noche corría por sus calles al ritmo del mismísimo ‘Forrest Gump‘. Por el día, su aspecto ‘beatnik’ destacaba en la atónica estética de una pequeña ciudad aún entonces un tanto provinciana.
Quiero recordar que en los barrios más frágiles de su ciudad natal, ‘Emiliano’ había conocido y reconocido como psicólogo el trabajo de idealistas que apostaban por disruptivas metodologías educativas en medio abierto y que, curiosamente, tenían su origen y desarrollo en la capital riojana.
Veinte años antes (en 1968) el innovador, crítico y criticado educador Julián Rezola, había pasado una temporada en Francia. Cargado de las ideas adquiridas en el parisino Mayo del 68, fundó el ‘Movimiento Pioneros’ en un barrio obrero de aquel pueblo grande donde, ‘por causalidad’, nació la primera experiencia en ‘Educación de Calle’ y, probablemente, también una de las primeras organizaciones sociales ya inmersas de facto en el denominado paradigma verde que Frederic Laloux descubre en su obra ‘Reinventar las Organizaciones’.
El buen trabajo de sus equipos, gestionados de forma abierta, transparente y extraoficialmente cooperativista, pronto exportó a otras ciudades su singular estilo de relaciones con la infancia, la juventud y las familias más vulnerables: Navarra, Asturias, Barcelona o Madrid, fueron algunas de las poblaciones donde impactó el propósito de aquel movimiento, creándose similares aplicaciones de intervención con mayor o menor desarrollo pero siempre grandes éxitos, pues toda pequeña transformación que mejora la vida de al menos una persona, para mí lo son.
Un magnífico resumen de aquel primer modelo de intervención se encuentra recogido en el llamado ‘libro rojo’: “Pioneros, Educación en Libertad”(Editorial Popular, 1989), que mi hermana Maribé recomendaba al menos fotocopiar a su alumnado de Pedagogía y Psicología en la Universidad pública del País Vasco. Se trata de una obra colaborativa narrada por excelentes vocacionales profesionales: Yolanda de Blas, Oti Vallespí, Mariano Muñoz, Emiliano Navas, Pedro Vallés y Juan Rezola.
Si sus palabras mueven, sus ejemplos conmueven; con su trabajo estimularon las inquietudes de numerosas educadoras, formadores y, también de su mano tuve la oportunidad de sumergirme en el apasionante mar de mares que es el Tercer Sector e iniciar distintas experiencias vitales que a partir de entonces desarrollaría de forma prácticamente paralela a mi actividad profesional.
Junto al docto y ponderado Pedro Vallés, pude explorar nuevos episodios en la llamada Economía Social, que no sólo se compone específicamente de organizaciones sin ánimo de lucro en su estricto significado. Se trata de un ámbito mucho más amplio que otorga perfecta cabida a iniciativas de diferente índole, como las Cooperativas, las empresas sociales, las organizaciones comunitarias y de voluntariado, así como las de carácter mutual: otro asunto es cómo se organizan, el tipo de comportamientos que les caracteriza y qué es lo que hacen con sus dineros y sus resultados, pues en estos ámbitos como en otros de la vida, hay muchos ‘lobos disfrazados de corderos’.
No me resultó difícil conectar todo ello; trabajaba entonces para la mejor empresa del mundo, Apple, que apenas se asomaba al mercado en España y nos tenía acostumbrados a mantener la mente MUY abierta, innovar permanentemente e interactuar con diferentes ecosistemas de los que aprender y, a su vez, facilitar y resolver su transformación digital en compañía de nuestros ‘Mac’, los sistemas informáticos más humanos del planeta.
Y en este intercambio tecnológico y social, nacieron ilusionantes, educativos, divulgativos y avanzados proyectos para su época en diferentes campos: Artes Gráficas, Editorial y Multimedia, Internet, B2B y B2C, Inteligencia Competitiva, e incluso Medios de Comunicación impresos y en línea que hoy en día continúan prestando servicio, como Noticias de Rioja y El Mundo Empresarial.
Movimiento PIONEROS: 50 años invirtiendo en Oportunidades
Recientemente, hemos celebrado 50 años de esta maravillosa y desafortunadamente tan necesaria actividad. Durante este tiempo no ha dejado de evolucionar como organización desde sus débiles pilares asociativos, adaptándose ágilmente a cada tiempo y circunstancia; siempre además legando la toma de las más importantes decisiones en el centro gravitatorio de las personas; una practica que se ha mantenido viva hasta nuestros días, incluso después de su consensuada y conveniente conversión jurídica como Fundación.
Esta máxima del británico John Ruskin: “Educar no es hacer aprender algo que no se sabía, sino hacer de cada quien alguien que no existía…” resume perfectamente el extraordinario esfuerzo, sudor y lágrimas de un gran equipo humano incansablemente atento a la protección y empoderamiento de la Infancia, Juventud y Mujer en dificultad psicosocial.
Su excelencia en la prestación de servicios sociales también la define muy bien otra conocida expresión de Ruskin: “La calidad nunca es accidental; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia…”En su recorrido, diferentes personas han ido tomando el generoso relevo profesional y voluntario aportando lo mejor de sí mismas. Son muchas y pueden consultarse en las Memorias de la entidad, pero sería injusto no mencionar a algunas de ellas que a lo largo de varias décadas han contribuido a mantener viva la llama de la pedagogía más solidaria y la solidaridad más pedagógica. En mi Memoria y a vuelapluma surgen Josean, las ‘Belenes’, Paski, Iván, Cristina, Cloty, Fernando, José Manuel,.. Y en mi más cercano dilecto, María Jesús González, Rafa Gil, Carlos Ruiz Albertí, Ana Hurtado y Javier Navarro, incondicionales de la amistad y el compromiso con la vida y sus más justas causas.
El equipo técnico y motor, ahora coordinado por Ana Ganuza, no ceja en su empeño original de convertir el conflicto y las dificultades en oportunidades; ¡ahí es nada!, en una pequeña ciudad diversa, compleja y acomplejada donde conviven más de 120 nacionalidades diferentes… Surge así la necesidad de trabajar convivencia e interculturalidad como elementos esenciales para una nueva ciudadanía glocal.
La fundación Pioneros, representada actualmente por la periodista Aurora Pérez y su abnegado Patronato, reúne en sus concienzudas sesiones de seguimiento y control a varias de las personas anteriormente citadas y, también otras que se han sumado al proyecto en los últimos años, como el también excelso periodista Javier Alonso, los buenos empresarios (y empresarios buenos) Daniel Marín y José Miguel Arambarri, la académica responsable Pilar Agustín y el justo, Ignacio Espinosa. Todas ellas continúan enriqueciendo este prodigioso* ecosistema con su experimentada visión estratégica, proyectando los valores de la entidad ante una sociedad que con frecuencia evita mirarnos de frente; también, por supuesto, a la hora de reconocer y financiar el funcionamiento de los programas y acciones.
*Prodigioso (dRAE): Que resulta sorprendente y causa admiración porque no puede explicarse por las leyes de la naturaleza.
Y lo hacen con dignidad, en pie, con criterio propio. objetivo y sin alquilarse a nada ni nadie, dotadas de una sobresaliente paciencia y perseverancia en el uso de la buena palabra y el mejor de los ejemplos; ya lo anticipó también ‘John Ruskin’ a finales del S. XIX:
“Quienes tienen la verdad en el corazón, no deben temer jamás que a sus lenguas les falte fuerza de persuasión…”
Autogestión. Plenitud. Propósito Evolutivo… Fundación Pioneros es TEAL